El terremoto más fuerte de la historia se registró en Sudamérica: liberó una fuerza similar a más de 20.000 bombas
Con una magnitud de 9,5, el terremoto más poderoso de Sudamérica desvió el eje de la Tierra y alteró rutas como la marítima China-Perú, el cual afectó a millones en todo el mundo.
- Evo Morales queda fuera de las elecciones en Bolivia tras no poder inscribir su candidatura presidencial
- China lanza seria advertencia por el nuevo portaaviones orbital de Estados Unidos que podría iniciar una guerra espacial

El 22 de mayo de 1960, a las 3.11 p. m., Chile enfrentó el sismo más fuerte de la historia moderna: el terremoto de Valdivia, con una magnitud de 9,5 en la escala de Richter. Su epicentro se ubicó cerca de Traiguén, pero su impacto se extendió por más de 1.000 kilómetros, ya que generó un tsunami global que llegó hasta Japón y Hawái. De acuerdo con cálculos científicos, la energía liberada por aquel evento telúrico fue equivalente a más de 20.000 veces el poder de la bomba lanzada sobre Hiroshima.
Este desastre dejó como saldo 2.000 fallecidos y 2 millones de damnificados, además que modificó la geografía chilena: hundió terrenos, alteró cauces de ríos y provocó la erupción del volcán Puyehue.
Valdivia 1960: el día que la Tierra tembló con la fuerza de más de 20.000 bombas
El terremoto en Valdivia de 1060 fracturó 1.000 kilómetros de la zona de subducción entre las placas de Nazca y Sudamericana. En solo 10 minutos, réplicas de hasta 8,3 Mw sacudieron el sur de Chile, las cuales destruyeron el 40% de las construcciones en Valdivia. "El suelo se abría como si fuera papel", relató un sobreviviente en el libro 'Horas de tragedia'.
Horas después, olas de 10 metros arrasaron localidades costeras como Corral y Maullín. El tsunami cruzó el Pacífico: en Hawái murieron 61 personas, y en Japón, 138. La catástrofe incluso alteró el eje terrestre en 3 centímetros, según mediciones de la NASA.
PUEDES VER:
Educación y memoria, las lecciones del mayor terremoto registrado en la historia
Carmen Paz Castro, experta en gestión de riesgos de la Universidad de Chile, destaca que el evento "transformó el enfoque reactivo en uno preventivo". La ley 21.454 estableció que cada 22 de mayo, a las 15:11, colegios en Chile guardan un minuto de silencio. "La memoria es clave para entender el riesgo acumulado", afirma Castro.
Natalia Silva, investigadora de CITRID, añade que iniciativas como memoriales en zonas afectadas por incendios "refuerzan la cohesión social". Chile, con su alta exposición a amenazas naturales, ha convertido la tragedia en un modelo para reducir vulnerabilidades.