
Peruano fue por una operación de rodilla y termina con las 4 extremidades amputadas: habría adquirido una bacteria en clínica de La Molina
César Apolinario sufrió complicaciones tras una cirugía de rodilla en la clínica Montefiori, que le costó la amputación de sus 4 extremidades a fines de 2024, a raíz de la presencia de una peligrosa bacteria en su organismo.
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El 29 de enero de 2022, César Apolinario, un extrabajador de una empresa avícola, acudió a la Clínica Montefiori, en el distrito limeño de La Molina, tras sufrir una lesión en la rodilla cuando realizaba labores en su centro de trabajo. Los exámenes de rayos X indicaron que solo había sufrido un golpe por una caída, por lo que los médicos lo mandaron a terapia por tres semanas. Sin embargo, debido a que el dolor persistía, el centro hospitalario le hizo una resonancia, que arrojó una fisura de meniscos.
Lo que se suponía que sería una simple operación de artroscopia en la rodilla derecha terminó siendo el inicio de una serie de complicaciones que derivaron en la amputación de las 4 extremidades de César Apolinario, producto de una peligrosa bacteria que sospecha adquirió durante sus dos meses internado en la clínica. “Me dijeron, hazte una operación de artroscopia, que dura dos horas y al otro día ya estás de alta”, señaló en una entrevista para Día D.
La operación que le cambió la vida a César Apolinario
Tras despertar de la operación, Apolinario perdió la sensibilidad en las piernas y no podía orinar, pese a querer hacerlo. “Tengo ganas de orinar, le dije a la doctora. Me dijo que orine, pero no podía. Se me inflamó tanto la vejiga que no podía”.
El 4 de febrero de 2022, 6 días después de intervención, la Junta Médica, conformada por siete doctores, entre los que se encuentra el médico tratante del área de Traumatología, Giacomo Mancini, y la anestesióloga Gladis Kamisato, evaluó su salud a través de un informe que señala que en el postoperatorio presentó disminución de fuerza en los miembros inferiores. Asimismo, el documento detalla que durante los días posteriores a la cirugía el cuadro del paciente evolucionó a paraplejia.
Según el doctor Rafael Ruvera, médico forense de la PNP, la parálisis que Apolinario comenzó a sufrir fue el resultado de una incorrecta aplicación de la anestesia, que causó un daño en las meninges y la aracnoides de la médula espinal. César recuerda que, la mañana de la operación, antes de la cirugía, experimentó un intenso dolor cuando le administraron la anestesia epidural. “Me la aplicaron en la columna, y en un momento sentí un dolor muy fuerte. Ella me dijo que ya iba a terminar, pero el dolor persistió”, relató.
La situación de Apolinario empeoró cuando, días después de su diagnóstico, contrajo una infección urinaria causada por la bacteria Klebsiella Blee, así lo informó la clínica Montefiori en su historial médico. Para recuperarse estuvo dos meses internado y durante más de un año continuó con su tratamiento y rehabilitaciones en el mismo centro médico.
Sin embargo, en junio de 2024, la cobertura por riesgo de trabajo terminó para César y tuvo que trasladarse al hospital Edgardo Rebagliati, donde los médicos le informaron que la infección en la vejiga había avanzado tanto que debía elegir entre la amputación de las cuatro extremidades para sobrevivir o esperar a que la necrosis se extendiera. “Me administraron vasopresores para estabilizar mi corazón y evitar un paro cardiaco, pero esto causó la necrosis de mis extremidades. Si no tomaba la decisión rápido, la necrosis avanzaría y la amputación sería más extensa”, declaró Apolinario.
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César Apolinario denuncia a la clínica Montefiori
A través de un abogado, César ha presentado una demanda a clínica Montefiori ante el Segundo Juzgado Civil de La Molina y Cieneguilla porque, según su versión, la mala praxis cometida durante la aplicación de la anestesia epidural sería la causante de la lesión medular que desencadenó el problema en la vejiga y la amputación de sus piernas y brazos. “Cuando me operan, me dicen todo el riesgo quirúrgico pasó bien. No tenía infección, nada. Yo entré caminando”, denunció.
Al respecto, la Clínica Montefiori se manifestó en una carta enviada a La República y explicó que los cuadros recurrentes de infección urinaria que sufría Apolinario y que habrían provocado la necrosis de sus extremidades, son consecuencia del uso permanente de la sonda Foley. Según el centro de salud, este tipo de complicación es común cuando la sonda se usa por un largo período.
Además, la clínica negó haber incurrido en una negligencia médica. "La intervención quirúrgica cumplió con todos los procedimientos y protocolos médicos. Luego de la cirugía, el paciente desarrolló un cuadro clínico relacionado con una reacción adversa no esperada a los medicamentos utilizados como parte de proceso de anestesia", se lee en el comunicado.